miércoles, 23 de mayo de 2007

Dicen que el momento álgido de la creatividad en el ser humano se experimenta a la temprana edad de cinco años (humanos).

Hacía tiempo que no salía de su piso de estudiante y se sorprendió discutiendo con la pared sobre su color (de tez).

Ya las calculadoras no escriben como hace cien años, antes tenía microchips sofisticadísimos, botones enanos, pantallas indescifrables..., ya no, ahora son enormes como un ábaco de titanio líquido, como el péndulo hecho cadena, como la edad en la que la pared te tuerce la mirada por tu color de piel. Que pena.

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